Aprende a cuidar tu alimentación en Navidad

Llega la Navidad y con ella las cenas, comilonas y festejos donde solemos aumentar el consumo de alimentos azucarados.

En muchas ocasiones estas trasgresiones pueden provocarnos síntomas de sensación de acidez, reflujo, disconfort abdominal por saciedad precoz, pesadez tras las comidas, distensión y gas abdominal y ocasional sensación de nauseas.

El reflujo es otra entidad que puede estar relaciona con la acidez, pero que se diferencian porque en el reflujo hay un paso de contenido gástrico ácido, y a veces no ácido, desde el estomago hacia el esófago produciendo síntomas de pirosis o ardor retroesternal en sentido ascendente que puede alcanzar la garganta dejando un sabor metálico o amargo en la boca, estos síntomas pueden ocasionar lesiones mucosas en esófago, cavidad oral y orofaringe.

El reflujo se puede producir por anomalías estructurales en el esfínter esofágico inferior como la hernia hiatal o también por el efecto de algunos alimentos en la relajación del esfínter esofágico inferior como comidas muy copiosas, grasas, procesados… que favorecen que la secreción ácida ascienda hacia el esófago y produzca los síntomas.

¿Cuáles serían las causas más habituales de tener malas digestiones?

Entre las causa más frecuente de malas digestiones destacan los malos hábitos nutricionales como comer demasiado deprisa, tomar exceso de alimentos procesados y azucarados, las bebidas con gas y/o edulcorantes y comidas muy copiosas.

También se ha relacionado con alteraciones psicosomáticas, la hipersensibilidad visceral, alteraciones de la función barrera gástrica, la toma de algunos medicamentos y el consumo de tóxicos como el tabaco y el alcohol.

En cuanto a patologías digestivas que se relacionan con malas digestiones, destacaríamos por frecuencia, la dispepsia funcional, la infección por helicobacter pylori, las gastritis erosivas, el reflujo gastroesofágico y la úlcera péptica.

¿En qué consiste la acidez de estómago? 

Se caracteriza por un aumento de la secreción de ácido clorhídrico por las células del estomago alcanzando niveles superiores a 15mEq/hora. Cuando esta situación se perpetua en el tiempo y/o se alteran los mecanismos de protección de la mucosa gastrointestinal, se podrían originar síntomas digestivos por el exceso de la secreción ácido-péptica.

¿Cuáles son sus síntomas? 

Los síntomas más habituales son el dolor o malestar en la parte central del abdomen superior de tipo quemazón y ardor, que a veces puede subir por el esófago y producir dolor retroesternal.

¿Cuándo debemos ir al médico? 

Se debería consultar ante síntomas continuos o intermitentes que se mantienen al menos durante un mes y que no ceden a pesar de adoptar adecuados hábitos nutricionales y de estilo de vida.

Es importante estar atento a la aparición de síntomas de alarma como la perdida de peso significativa no intencionada, nauseas y vómitos recurrentes, dificultad para tragar, signos de sangrado, cambio de coloración de la piel, palpación de masas y/o datos analíticos de anemia o déficit de nutrientes, ante la aparición de alguno de estos síntomas es importante consultar con el médico.

Lo primero que hay que hacer es revisar y si es necesario modificar, nuestros hábitos alimenticios y estilo de vida. La alimentación y técnicas de cocinado, tienen mucha importancia, debiendo adaptar la dieta según los síntomas.

¿Podemos hacer algo antes, durante y después de las comidas para evitar la acidez? 

Deberíamos evitar los alimentos que aumenten la secreción excesiva de ácidos del estomago o sean irritantes de la mucosa, como comidas con alto contenido en grasas, muy condimentadas, fritos y alimentos procesados.

También debería tenerse en cuanta la disminución del consumo de alimentos flatulentos, bebidas con gas, comer despacio masticando bien y sin hablar de forma excesiva, evitar abusar del consumo de chicle o caramelos y alimentos procesados y alto contenido en azucares, son algunas de las medidas que pueden ayudarnos.

Otras recomendaciones a tener en cuenta, serían:

  • No realizar comidas demasiado copiosas o de condimentación fuerte.
  • Utilizar técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos: al agua -cocido o hervido, vapor, escalfado, rehogado, plancha, horno y papillote.
  • Utilizar moderadamente: fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados (desgrasar en frío, mejora su conservación y su calidad nutricional).

¿Hay fármacos que pueden provocar malas digestiones?

Si, efectivamente medicamentos como los AINES, la aspirina, hierro, digoxina, teofilina, eritromicina, fármacos antihipertensivos como los calcio antagonistas, el uso de anticoagulantes, antiagregantes y algunos fármacos usados para el tratamiento de la depresión como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, serían algunos de los medicamentos que más frecuentemente pueden ocasionar síntomas digestivos y alteraciones en la secreción ácido-péptica.

¿Qué porcentaje de personas presenta acidez y qué personas tienen más predisposición a la acidez?

La acidez es un síntoma muy frecuente que puede afectar entre el 10 y 30% de la población, siendo más frecuente en países occidentales atribuido al estilo de vida y alimentación poco saludable y cada vez más procesada. La incidencia va en aumento y probablemente la mayoría de las personas tengamos algún síntoma relacionado con un aumento de acidez a lo largo de su vida.

En cuanto a personas que tienen más predisposición a la acidez destacaríamos los pacientes con sobrepeso y/o obesidad, con malos hábitos nutricionales, fumadores, alto consumo de alcohol y la toma de medicamentos como los AINES, la aspirina, hierro, digoxina, teofilina, eritromicina, fármacos antihipertensivos como los calcio antagonistas, el uso de anticoagulantes, antiagregantes y algunos fármacos usados para el tratamiento de la depresión como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

En cuanto a patologías más habituales relacionadas con un aumento de acidez nombraríamos a la infección por Helicobacter pylori, las gastritis, la ulcera gastroduodenal, las gastropatías por AINES y otras patologías menos frecuentes como pancreatitis crónica, tumores digestivos y algunos trastornos metabólicos.

¿Existe la acidez crónica? ¿qué es?

Si, se caracteriza por un aumento de la secreción de ácido clorhídrico por las células del estomago mantenida o perpetuada en el tiempo aproximadamente más de 1 a 3 meses. Si estos síntomas no se tratan adecuadamente, pueden alterarse los mecanismos de protección de la mucosa gastrointestinal y ocasionar patologías digestivas como por ejemplo las gastritis erosivas y la úlcera gastroduodenal. Si, además, se asocia a reflujo gastroesofágico crónico puede relacionarse con la aparición de patologías como el esófago de Barrett.

También existen patologías crónicas que producen una hipersecreción ácida persistente como como la hipersecreción basal ácida y algunos tumores como los gastrinomas en el Síndrome de Zollinger-Ellison.

Es por ello, que ante la persistencia de síntomas digestivos debemos consultar con médicos especialistas en Aparato Digestivo.

¿Qué alimentos se desaconsejan a los pacientes con acidez y por qué?

Es importante disminuir aquellos alimentos que aumentan la secreción ácida en el estomago, como los alimentos con alto contenido graso, alimentos muy azucarados, altos en carbohidratos,  procesados y picantes, ya que estos alimentos pueden retrasar el vaciamiento gástrico y aumentar la secreción de ácido por el estomago.

Existen ciertos alimentos pueden aumentar la secreción ácido péptica como el chocolate, la menta, los cítricos, el tomate enlatado, bebidas con cafeína, bebidas con gas y el alcohol, por lo que sería recomendable disminuirlos e incluso suprimirlos en periodos donde el paciente tenga síntomas digestivos relacionados con un exceso de secreción acida.

También debemos cuidar las preparaciones culinarias evitando los alimentos fritos, rebozados, muy salseados y condimentados. Sería recomendable utilizar técnicas culinarias que aporten menos grasas a los alimentos, como al agua, buscando recetas que utilicen la cocción o hervido, vapor, escalfado, rehogado, plancha, horno y papillote.

¿Qué pautas, más allá de alimentación, se pueden dar para evitar o mejorar la acidez?

  • Debemos esperara la menos 2 horas después de la ingesta hasta acostarse y dormir.
  • Evitar el sobrepeso y obesidad
  • Realizar actividad física dirigidas y adecuadas a cada situación personal.
  • Reducir o suspender el consumo de alcohol y tabaco ya que contienen numerosos estimulantes de la secreción y motilidad gastrointestinal.
  • En la medida de lo posible y previa valoración por su médico, evitar la toma de fármacos que aumenten la secreción ácido como los AINES, ácido acetil salicílico y benzodiacepinas.
  • Si se presentan síntomas por la noche, eleve la cabecera de la cama, por ejemplo, utilice tacos bajo la cabecera de la cama, cuñas de gomaespuma o camas con cabeceras elevadoras. Elevar únicamente la cabeza con otra almohada no tiene ningún beneficio. Dormir sobre el lado izquierdo puede mejorar en algunas personas los síntomas por la noche.
  • En pacientes con síntomas persistentes y/o que no mejoran a pesar de adoptar las medidas higiénico dietéticas adecuadas, deber ser valorados por un médico especialista en Aparato Digestivo.

RECOMENDACIONES EN NAVIDAD

Durante las fiestas de Navidad es habitual que aumente el consumo de alimentos hipercalóricos, sobre todo a expensas de azúcares, harinas, grasas saturadas y aumento del consumo de alcohol, pero podemos realizar pequeñas estrategias que cuiden de tu salud y del sistema digestivo durante estas fiestas, te hago las siguientes propuestas:

De aperitivo empieza tomando alimentos con alto contenido en fibras como aperitivos con vegetales, cruditos y productos proteicos como ibéricos, mariscos, crustáceos, almejas.

Como propuesta de primer plato elige una ensalada sin salsas añadidas y aderezada con AOVE, o crema de verduras o sopas de marisco o carnes.

De plato secundario carnes y pescados frescos cocinados al vapor o al horno, con pocas salsas y acompañada de una guarnición de verdura o ensalada, puede ser una buena opción.

De postre, elige fruta y porque no algún dulce, pero con moderación.

  • Come despacio y mastica muy bien los alimentos, haz pausas entre bocado y bocado.
  • No hables de forma acalorada mientras comes para evitar la entrada de aire que pueda generar aumento de gas y distensión abdominal.
  • Evita el consumo excesivo de sal y salsas procesadas que pueden aumentar la tensión arterial y retener líquidos.
  • Modera el consumo de alcohol, alterna durante la comida con aumento de agua para rebajar las bebidas alcohólicas.
  • Tras las comidas intenta mantenerte activo, con alguna caminata relajada con caminar unos 30 minutos es suficiente.

Y recuerda que no son fechas para preocuparse por disminuir el peso, con mantenerlo es suficiente.

✅Consulta con profesionales sanitarios si tienes cualquier restricción alimentaria o intolerancia para adaptar el menú a tu estado de salud.

✅Estas recomendaciones también son aplicables a cualquier comida de trabajo o familiar en cualquier época del año.

¡Feliz Navidad!

 

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