5 falsos mitos de la cosmética coreana
La cosmética coreana está de moda. Mayor concentración de activos, innovación constante y productos atractivos son algunas de las claves de su éxito. Sin embargo, aún son pocas las farmacias que se animan a incluirla entre su catálogo de productos.
¿Desconocimiento?, ¿falta de información? La realidad es que, en un mercado en constante cambio, los farmacéuticos debemos ser capaces de informar con rigor de las últimas novedades de unos productos que han llegado para quedarse.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de hablar en el Podcast de Farmaschool de lo que ya se conoce como la K-Beauty con Isabel Alfós, farmacéutica y directora de Formación de Kocostar España.
Isabel, que trabaja para uno de los laboratorios con más proyección en el sector de la cosmética coreana, quiso ayudarnos a desmentir algunos de los principales mitos con los que se enfrentan cada día a la hora de vender sus productos.
Toma nota:
1- Los coreanos dedican cada día muchas horas a cuidar su piel
El ritmo de vida de la sociedad coreana es frenético. Trabajan muchas horas, con poco descanso y sin apenas tiempo para cuidarse. Por ello, aunque son muy constantes, necesitan tratamientos que les permitan ser constantes pero que se adapten a su ritmo de vida.
Quizás ese es el motivo de que la mascarilla sea uno de sus productos estrella. Se adhieren como una segunda piel y les permiten seguir con sus actividades diarias.
Ahí va una anécdota: tienen mascarillas de mano táctiles que les permiten seguir trabajando.
2- Un producto con ese packaging no puede ser de calidad
Envases coloridos, con dibujos divertidos y muy llamativos. Aunque en un principio pueda parecernos su mejor estrategia de marketing, la realidad es que en Europa esto no juega a su favor.
Acostumbrados a envases sobrios y sofisticados, siguen sorprendiéndonos este tipo de packagings en productos tan exclusivos como una mascarilla o un tratamiento intensivo. Una falsa creencia que nos lleva a pensar que son productos low cost o de baja calidad.
Sin embargo, si queremos sacarles todo el partido a sus productos, debemos entender su cultura. Y es que para los coreanos cuidarse debe ser un momento divertido, agradable y el packaging debe contribuir a ello.
Piénsalo por un momento: si un producto te resulta atractivo, te costará menos ser constante, ¿verdad?
3- Las mascarillas: el complemento perfecto a nuestra rutina facial
Sí pero no. Mientras que en Europa solemos asociar el concepto de mascarilla a ese momento especial, o ese tratamiento extra que le aportamos a nuestra piel, en Corea las llevan usando más de 10 años como un paso más de su rutina diaria con resultados sorprendentes.
¿El secreto? Sus mascarillas de algodón proporcionan un sistema de oclusividad que hace que penetre más el producto y que impiden que la esencia se evapore. Además, tienen entre 20 o 30 ml de serum. Como dice Isabel, son un tratamiento en ellas mismas, no un complemento.
4- Los coreanos tienen una rutina perfectamente marcada
En Corea hay más de 10.000 marcas distintas y mucha competitividad. El consumidor busca beneficio y resultado y está abierto a probar nuevos productos y textura novedosas de forma constante.
Es por ello que los laboratorios están siempre mejorando y reformulando sus productos. Tal es así que han desarrollado categorías de productos que no existían en otros mercados como los parches hidrogel para ojos y labios.
Quédate con una frase: las marcas no son fruto de una historia, solo de la tecnología.
5- Son productos muy difíciles de conseguir
Como decíamos al principio de este post, cada vez son más los consumidores que demandan este tipo de productos. Gracias a internet y a la apuesta de los laboratorios como Kocostar por acercar estos productos a nuestro mercado, es posible acceder ya a una gran cantidad de productos K-Beauty.
Y tú, ¿ya has incluido la cosmética coreana en tu catálogo?
Si aún tienes dudas, corre a escuchar la entrevista completa en Farmaschool Podcast.
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